Hanoi y la increible Bahía de Ha Long
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Hanoi de día... |
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Hanoi atardeciendo... |
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Hanoi de noche cerrada... |
Motos, motos y más motos. En las imágenes las puedes
ver, pero no las puedes oir. Y es que si, al incesante tránsito de motos, hay
que sumar el continuo ruido de sus pitidos, sus tubos de escape, sus luces que
te deslumbran cuando intentas cruzar la calle o mejor dicho, ni siquiera te
hace falta intentar cruzar la calle, porque aunque no lo hagas, tienes que andar
por la calzada igualmente, ya que las aceras estás saturadas de… como no, motos
aparcadas, puestos de comida, gente sentada en el suelo comiendo sus noodles, o
trabajando o durmiendo… Si queridos, si, esto es Hanoi. Mira, echa un vistazo a este video que grabé una noche regresando a mi
hotel… Que los amantes de las drogas alucinógenas vengan aqui a disfrutar de
ellas en una noche cualquiera y su adicción quedará sanada para siempre.
No obstante, debería decir para ser justo (y me gusta
serlo), que quizás el hecho de que los días que pasé en Hanoi coincidieran con
los actos de celebración por el 1000 aniversario de esta (nunca mejor dicho)
milenaria ciudad, pudieron contribuir a la caótica estampa que presencié.
Y para ser todavía más justo, también debería decir que la ciudad es tal y como la describo, principalmente en su parte central y más turística. Para que nos entendamos, lo que viene a ser la Puerta del Sol y alrededores en mi querida y añorada Madrid. Si los buscas, Hanoi también tiene rinconcitos en los que relajarse y escapar del tremendo alboroto.
Uno de estos lugares es el Lago Hoan Kiem, que se encuentra
justo al sur del centro de Hanoi y que tiene todavía una antiguedad mayor
que la mismísima Hanoi, pues ya estaba allí cuando la ciudad todavía se llamaba
Thang Long. El lago es de un color verdoso que le da una belleza muy singular,
debido a un alga abundante en sus fondos que le aporta este color.
En el interior del lago Hoan Kiem se encuentran dos de los símbolos más importantes de Hanoi. Uno de ellos es la diminuta Isla de la Tortuga o Thap Rua, que es uno de los iconos más reconocidos de Hanoi.
En el extremo norte del lago, encontramos el puente Huc, de bonito color rojo y que une las calles de la capital con el templo de Ngoc Son, lugar de culto y devoción para los habitantes de Hanoi.
El lago ofrece en definitiva un bonito entorno para pasear, relajarse, y sacar algunas fotos, siempre y cuando seas capaz de llegar hasta allí tras sortear las miles de motos, al igual que haría un mozo con los toros en San Fermín…
Como he dicho anteriormente, la ciudad estaba de celebraciones durante mi estancia allí. 1000 años no se cumplen todos los días y el ayuntamiento ha decidido tirar la casa por la ventana y adornar la ciudad con numerosos farolitos rojos, globos de colores que surcan el cielo, espectáculos de acróbatas, música e infinidad de luces que por la noche constituyen un bonito espectáculo.
Pero hay se queda Hanoi, en eso, poco más que una ciudad en la que merece la pena pasar algún que otro día, para tener constancia de primera mano de lo que es una auténtica y caótica capital asiática.
Sin embargo, Hanoi es un punto estratégico para
visitar uno de los grandes tesoros del Sudeste Asiático y del mundo, la Bahía
de Ha Long. La mejor y más típica forma de visitar esta impresionante
bahía, es a bordo de un velero chino, en el que es posible pasar la noche y
disfrutar así de los increibles atardeceres y amaneceres de la Bahía de Halong.
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Marta preparada para hincar el diente a bordo del velero chino |
La Bahía de Ha Long es mágica, fascinante, enorme,
relajante, insuperable… y tantos otros adjetivos que me venían a la cabeza mientras navegaba por
sus aguas admirando los miles de islotes que se suceden una y otra vez, de
manera inabarcable.
Ha Long significa “Dragón descendente” en vietnamita. Su nombre proviene de la leyenda que cuenta que hace muchos años, cuando los vietnamitas luchaban contra la invasión china, (quer raro, los vietnamitas luchando…) el Emperador de Jade envió una familia de dragones celestiales para ayudarles a proteger sus aguas. Estos dragones escupian joyas y jade que inmediatamente se convertían en rocas e islotes, los mismos que hoy componen la Bahía de Ha Long.
Durante la visita a la bahía se suele visitar la cueva
de Hang Sung Sot, descubierta tan sólo 20 años atrás y que es sin duda una
de las cuevas más bonitas que he visitado en mi vida. La cueva tiene numerosos
rincones de gran belleza y algunas aperturas que la comunican con el exterior.
Durante mi visita tuve la suerte de captar este momento que me pareció mágico,
en el que los rayos de sol se filtraban hacia el interior de la cueva. A este
momento había que dedicarle un ratito para fotografiarlo si o si…
Cuando cae la tarde, los colores de la Bahía de Ha Long se tiñen de color rojo anaranjado y las siluetas de los islotes en contraste con estos colores, parecen querer transportarte al interior de un lienzo, un lienzo que va cambiando de colores por segundos y cuya belleza no te permite hablar, simplemente observas y disfrutas del momento.
Si quieres disfrutar de la estancia en la Bahía de Halong, conviene hacer varias cosas. Una de ellas es levantarse bien tempranito, a eso de las 5 de la mañana para ver el amanecer. Lamentablemente, el día amaneció lloviendo, por lo que tras el madrugón tocó volverse al camarote para seguir durmiendo un poquito… Sin embargo, también tiene un atractivo especial ver los islotes perdiéndose entre las brumas. Una manera estupenda de disfrutar de este momento es con un kayak.
Así es como disfrutamos enormemente de este increible
lugar. Y aquí, en Hanoi, Marta acabó sus días días de vacaciones en Vietnam, en
una mañana de Sábado, de carreras, olvidos y sensaciones extrañas, las
sensaciones de las despedidas y la necesidad de tener que acostumbrarse de
nuevo a continuar el camino sólo, cosa siempre complicada después de haber
disfrutado de una compañera de viaje genial durante las últimas semanas.
Post dedicado a mi hermanita por su cumpleaños. Un besazo
Silvia. Felicidades!!
Comentarios Originales 2010:
Marta
Octubre 12, 2010
Buenas! Muy
chulo el vídeo en las calles de Hanoi, tan caótico, como si lo hubiera vivido…Y
las fotos de la bahía de Ha long simplemente geniales,claro que el marco era
insuperable, ya veo que te has decicido a probar con el blanco y negro, te
quedó bonita sí señor.
Mucha suerte en Birmania y gracias de nuevo por dejarme compartir esta parte de
tu viaje, ha sido estupendo! Cuídate mucho.
Besos apretaos!!
Raquel
Octubre 13, 2010
Bueno,
Jesús, otra vez a seguir caminando solo… Un post muy completito éste: con
despedida y dedicatoria incluida.
Transmites perfectamente el caos de Hanoi y la tranquilidad de Ha Long,
buenísimas fotos: me quedo con la primera de la cueva, con los rayos de sol.
Espectacular.
Un besito, que te vaya bonito por Birmania!
Raquel
silvia
Octubre 13, 2010
QUE
JODIO!!!!YA ME HAS HECHO LLORAR!!!! MUCHAS GRACIAS AUNQUE ESTÉS TAN
LEJOS…..BESITOS.
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